El Gólem
Según un mito medieval, un rabino construyó con arcilla un ser de aspecto humano que cobraba vida en base a un conjuro siguiendo los pasos de la Kabbalah. Esta creatura, que al principio inspiraba confianza y obedecía las órdenes de su creador, se descontroló y comenzó a actuar por voluntad propia, causando el terror de la comunidad a la que se suponía debía proteger.
Los Gólem de nuestros días no están formados con arcilla ni tienen aspecto monstruoso. Sus creadores no son magos ni personas místicas, sino grupos masivos que eligen a un semejante para administrar y proteger sus intereses.
Cada sociedad tuvo o tiene su Gólem, un ser que, sin criterio ni empatía, provoca otro tipo de horrores: desempleo, hambruna, inequidad, daño al medio ambiente y políticas sociales arbitrarias e injustas.
Quizás se pueda reconocer a algún Gólem entre las imágenes que presento en esta serie. Quienes gusten de leyendas, pueden consultar la profusa literatura relacionada con el Gólem, su génesis, su fin, y las cuestiones filosóficas implicadas.
Para liberarnos del influjo de los Gólem contemporáneos, existen varias maneras de actuar. Una de ellas es detenerlos cuando todavía se está a tiempo, durante el período electoral de cada comunidad. Otra es cuando la comunidad se manifiesta por los medios que tiene a su alcance.
Llegado el momento, cada pueblo lo sabe: no hay mayor revolución que la caída de un Gólem, ni sabiduría más acertada que evitar su despertar.
Tecnhique:
Imágenes impresas en mi laboratorio, plata sobre gelatina.