La Mano
(En la caverna roja)
A medida que la tecnología produce instrumentos cada vez más sofisticados para crear imágenes, se acrecienta la brecha entre la Fotografía y los orígenes de la expresión artística. Mi intención es acercarme a los ancestros que encendieron la chispa de la creatividad, y hacerlo fotográficamente.
Fotografía y arte rupestre: ¿cómo enlazar estos dos medios de auto-expresión sin caer en la tentación de tomar imágenes de algo existente, o de trabajar con programas de software? Hacerlo así me resultaba irónico, o por lo menos, irreverente. No era necesario utilizar una cámara fotográfica. Quise que la empatía fuese el vehículo para tal acercamiento, creando un trabajo tan directo como me fuese posible.
Quizás nunca sepamos las causas ocultas detrás de aquellas fantásticas pinturas primordiales, los comportamientos rituales, ni el estado de conciencia que llevó a aquellos artistas a dejar sus pinturas y huellas en lugares donde la luz no llegaba, algunos de ellas, en las profundidades más remotas de las cavernas. “Una vez fuimos, y una vez estuvimos aquí”, parecen decirnos aquellas pinturas.
¿Cuántas manos están aún ocultas a nuestros ojos? ¿Cuántas se han perdido para siempre? Y hablando en tiempo presente, ¿cuánto sabemos del verdadero origen del arte? Mi modo más sincero de hacer un homenaje fotográfico a mi ancestro, es trabajando con las manos como él lo hizo, convirtiendo mis momentos de creación en un ritual.
En ese ritual, la caverna es mi laboratorio; las paredes de piedra, la superficie del papel fotográfico; la llama, la llevo conmigo. Al trabajar, mi mano permanece en contacto con un velo sutil, permeable, que conecta lo sagrado con lo mundano: la delgadísima puerta que conduce a mis dioses interiores.
Y mientras veo la silueta de mi mano materializarse bajo la mágica luz de una simple llama, pienso que es también la misma mano que tembló treinta mil años atrás, ante la emoción de ser una imagen producto de su propia acción.
Técnica:
Impresas a mano en papel de Plata sobre gelatina, con entonado de formulación propia. La fuente de luz en las impresiones fue la iluminación de una llama dentro del laboratorio. Piezas únicas.
Libro de artista:
Hay momentos en que, junto con el trabajo fotográfico, escribo un libro con los contenidos de la serie. Estos libros son ediciones artesanales, a mano, con distintos tipos de materiales y técnicas de encuadernado.