Monjes

En 1992 descubrí el budismo Zen. A través de la experiencia directa (meditación en posición sentada) y de la lectura de textos clásicos, conocí su particular filosofía y estética.

Además de la meditación, sus practicantes desarrollaron una serie de caminos o vías (en japonés “do”) cuyos métodos conducirían a la iluminación.

Luego de haber transitado la senda de las artes poéticas, visuales o marciales, muchos poetas, artistas y guerreros se convirtieron en monjes en la búsqueda del sentido último de la existencia. Desde su aislamiento, ejemplificaban una senda hacia la paz interior.

Hoy, casi tres décadas después, me encuentro rindiendo un homenaje fotográfico a estos hombres y mujeres que, a través de su vida austera, se convierten en un modelo de empatía y compasión rogando por los seres sintientes de este mundo.

Técnica:

Imágenes impresas en mi laboratorio, plata sobre gelatina.